jueves, 1 de agosto de 2013

LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y LOS DAÑOS OCASIONADOS POR EL TRABAJO

Según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, durante el año 2012 se produjeron un total de 471.223 accidentes laborales con baja, de los que 29.518 corresponden a accidentes producidos en la Administración Pública. En cuanto al número de accidentes mortales, se produjeron 564, de los que 28 correspondieron a trabajadores y trabajadoras de Administración Pública.
Según la actividad económica consignada en cada parte de accidente, el porcentaje más elevado de accidentes correspondió a la Administración, con un 6,3% de casos, incluso por delante de sectores que son reconocidos como de especial siniestralidad como son la construcción, o el transporte de mercancías por carretera.
En cuanto al número de accidentes mortales en 2012, se produjeron 564, de los que 28 correspondieron a trabajadores y trabajadoras de la Administración Pública. Por número de casos estarían en segundo lugar por detrás del transporte de mercancías por carretera.
Si nos remontamos a años anteriores, durante 2009 la Administración Pública registró 26 accidentes mortales; en 2010, 34 personas fallecieron y en 2011 fallecieron 27 trabajadores por motivos laborales. 
En cuanto al cuadro de enfermedades profesionales recogidas en el Real Decreto 1.299/2006, de 10 de noviembre, las actividades generales de la Administración Pública presentan riesgo de padecer enfermedades provocadas por agentes físicos, biológicos, enfermedades de la piel y carcinógenos, estos datos están recogidos por el Observatorio de Enfermedades Profesionales (CEPROSS).
Todos estos riesgos se materializa en daños a los trabajadores y trabajadoras, como se puede ver en el avance de enero a junio de 2013, en el que aparecen 111 personas afectados (44 hombres y 67 mujeres), o en los daños del año 2012, cuya cifra total se cerró con 547 partes declarados.
En cuanto a las patologías no traumáticas (PANOTRATSS) de la Seguridad Social, es decir, aquellas que no tienen cabida en el cuadro de enfermedades profesionales pero con un claro origen laboral, se declararon un total de 459 patologías durante 2012.
Pero no se trata de cifras que suban, bajen o se mantengan como se empeñan en retratar las noticias, son personas dañadas por el trabajo, y que sufren consecuencias que no sólo les afecta a ellos, sino a su entorno familiar y laboral.
Según Francisco Cabezos responsable de la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de la FSC-CCOO, “en los últimos tiempos la figura del trabajador público ha venido sufriendo un descrédito que ha originado una imagen pública altamente deteriorada”.
Pero este descrédito, en palabras de Cabezos “Contrasta con el desconocimiento de la siniestralidad laboral que presenta este colectivo, porque lo que queda es la imagen ante la sociedad, del trabajador o trabajadora “que coge bajas” de forma desproporcionada y que abusa de sus derechos, porque es más fácil retirar pagas extraordinarias y aumentar la jornada laboral que aportar recursos para la prevención en la Administración Pública”.



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